Se me antoja decir, que al pensar en Billy Gibbons hoy en día veía la figura de un hombre que se sentaba delante del porche de su casa de lujo, con el chupito de Jack Daniel's, y su cerveza, para no perder la costumbre. Envuelto por una pequeña nube de humo producida por una pipa de tabaco, mientras entona su guitarra con los compases del Blues que, de alguna manera, él fue participe para que la cultura del Blues Rock tuviera un acento más personal, mediante uno de los músicos más notables dentro del estado sureño de Texas. Pero tras escuchar su nuevo álbum, he de reconocer que me he dejado muy perplejo, creando un nuevo álbum con canciones, en las que pone fórmulas que no valieron dentro de ZZ Top en la década de los noventa, la cual quería amoldar su sonido mucho más a los movimientos musicales actuales que demandan las radios, respetando en algo el sonido de su guitarra. Pero en una línea general de renovación o muerte. Este disco no descubrirá así una nueva faceta del guitarrista, si miramos bien la carrera musical de ZZ Top, el disco no es del todo imprevisible.
Si la década de los ochenta hizo una mella muy mala dentro de la música de ZZ Top, los noventa no les devolvería la mejor cara de sus versiones. En 1994 la banda madre del guitarrista empezaría a dar nuevos giros en sus composiciones, rumbos que les llevarían a dar un paso más allá dentro del sonido de su música. Antenna no fue un álbum bien cogido por los admiradores de la banda, esas baterías con el sonido tan prefabricado no era ningún buen augurio, pero era el álbum más equilibrado que ha llegado hacer hasta "Mescalero". La búsqueda constante para que su guitarra sonase con los tiempos de cambio, hicieron que el sonido en el conjunto, fuera dirigido con un respeto hacia el pasado que se estaban labrando, y con el presente de las ediciones de sus discos."Rhythmeen" o "XXX" hicieron que fueran perdiendo mucho fuelle dentro de las listas de ventas. Por una pare se esperaba que el Blues que habrían conseguido crear en la década de los setenta, se volviera a reaparecer en los nuevos álbumes, cosa que, no volvería a ocurrir hasta la edición del álbum La Futura.
En su nuevo trabajo y primero sin su banda, Gibbons intenta acercarse mucho más hacia la cultura latina, según el propio guitarrista hacia la cultura española. Con un resultado que deja muy frío y en otras ocasiones desconcertante. Con canciones como Treat her right, el tema con más sabor a tex-mex de todo el disco, donde se acercara a el Rap, no es la primera vez que rapea, o se sumerge peligrosamente a la electrónica. Con canciones como "You're What's Happenin', Baby", las cuales, y perdonen por lo que voy a decir, se me revolvió el estómago cuando las escuché. Pero después de empezar a escuchar el tema de "Sal y pimiento", las ganas de seguir sufriendo, al escuchar como un músico de la talla de Gibbons puede llegar hacer esta música tan rácana de gusto. Si me dicen que el álbum fue grabado por el Enrique Iglesias... me lo creo. Perfectamundo es la búsqueda del sonido más Cool que puede darse dentro de una sociedad superficial. Aun así deja buenas vibraciones, el solo que mete en la canción de "Quiero más dinero" es algo increíble, pero después con la decapitación que hace con "Baby please don´t go", lo siento señor Gibbons, pero eso no tiene perdón.
Perfectamundo va dirigido hacia un público latinoamericano, con canciones que están basadas en las pistas de baile, y que deja el sonido del Blues como algo muy secundario. Para mí, es un álbum que me parece muy flojo, demasiado comercial, y que no aporta gran cosa, por no decir que no aporta nada, a su larga carrera musical. Tiene destellos, donde se ve que la mano de Gibbons sigue haciendo solos que realmente le devuelven, en parte, al sonido que se hizo como algo suyo. Pero el contexto en general no es un álbum para que pase a la historia, más bien es un álbum muy temporal, y demasiado olvidadizo. Eso sí, eso de cantar en español es un puntazo que lo podría hacer cuando hiciese Blues de verdad, con alma.
Comentarios
Publicar un comentario