Miles Davis Sketches of Spain

Esta no es la primera entrada que concedo a Miles Davis (tampoco será la última), ni mucho menos es de ocultar mi pasión por la forma que tiene de tocar, y en este disco, el nos muestra su pasión que tenía por la música de Manuel de Falla, haciendo de este Sketches of Spain una audición obligada. Pero si además se compromete en los arreglos Gil Evans, solo nos podemos encontrar con magia, a la hora de transformar la guitarra española, en la trompeta de Miles, totalmente arreglada y conducida por uno de los directores más grandes que haya parido el gran circo del Jazz.
El disco empieza con el Concierto de Aranjuez (J. Rodrigo), soberbia, magistral. En 1959, Gil Evans era la mano derecha de Miles en lo que se refiere a los arreglos, y a la dirección de los trabajos del quinteto de Miles. Ellos querían trabajar en una dirección, tratando de intentar comprender más las raíces, es decir el folk Africano, Latino, y entonces se metieron en Europa. Ese mismo año, un amigo de Miles, le llamo para mostrarle algo nuevo que se había traído del viejo continente. Nada más y nada menos que el Concierto de Aranjuez, del compositor español Joaquín Rodrigo a Miles le sorprendió mucho, llegando a decir que la trompeta que aparece, no se la podía quitar de la cabeza. Inmediatamente se puso en contacto con Evans, y desde ese momento empezaría a fraguarse el disco que tengo entre mis manos. Will o' the wisp (canción del fuego fatuo), tema de la obra de Manuel de Falla, El amor brujo; El gaitero, Saeta, y Solea (estas tres últimas compuestas por Evans).





En 1997 se reedita con tres bonus traks, Song of our country, y una versión alternativa al Concierto de Aranjuez, esta vez dividida en dos partes.



Sketches of Spain, fue un disco muy arriesgado sobretodo en la época en la que surgió. El año de los abandonos del grupo de figuras tan importantes como Cannonball Adderley, para poder hacer su música por su cuenta, y de un rehabilitado John Coltrane, que decidió emprender por solitario, tras ver el buen futuro que le esperaría. Miles Davis sería arrestado, por un incidente con un policía a las puertas del club de Charlie Parker "Byrd land". Y sobretodo la cerilla que encendería todas las mechas, la aparición del músico más desconcertante y rebelde que haya tenido el Jazz, Ornette Coleman.