En su nuevo álbum la banda se muestra mucho más cohesionada, tal punto que llegan buscando desde hace tiempo, y que sin duda esta es la primera vez que saben contonearse con todos los ritmos que han exhibido desde sus comienzos. Juntos, pero no revueltos, hacen que sin duda sea un disco que te lleve a muchas direcciones, con 13 temas en los que el sonido de los teclados, y la guitarra se Steve Morse, hacen que, de alguna forma, esa octava juventud, instrumentalmente permanezca intacta.
Ian Gillan es como Robert Plant, hace tiempo que sus privilegiadas voces desaparecieron, pero saben cómo usar sus tonos vocales, a la hora de dibujar las canciones de sus nuevas grabaciones. Aunque para Gillan, tras haberse puesto hace años en cuestión la continuidad del grupo, ha sabido manejar tales olas en su contra, llevando otra vez al grupo a un punto envidiable para otros icónicos del Rock, que han llegado a envejecer muy mal, y que hoy en día son un recuerdo testimonial para sus admiradores más cerremos.
Don Airey sabe cómo dibujar las notas más clásicas, recreando en ellas un aro modernista que muy pocos músicos saben recrear por su talento. O como Steve Morse llega a sus registros que hizo con su banda de los años ochenta (The Steve Morse Band), en el tema What the what. Entonando un solo muy hard rock, y que se desliza con esas notas cargadas de Rock N' Roll desde los teclados de Don Airey. No quiero dejar de lado a Ian Paice, clave para que el disco suene tan contundente como es en sí, o Roger Glover otro gran maestro del cual, sin él, Deep Purple no sería lo que es hoy en día.
Nota: 7'5/10.
Tracklist:
01 - Throw My Bones
02 - Drop the Weapon
03 - We're All the Same in the Dark
04 - Nothing at All
05 - No Need to Shout
06 - Step By Step
07 - What the What
08 - The Long Way Round
09 - The Power of the Moon
10 - Remission Possible
11 - Man Alive
12 - And the Address
13 - Dancing in My Sleep
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