Keith Richards Crosseyed Heart (2015) De la nada a Keith Richards

Para cualquier principiante, Keith Richards tendría que estar considerado como un punto de partida, para poder llegar a conocer bien a fondo el mundo del circo del Rock N' Roll. Un músico que tal vez la fama tan temprana le hubiera hecho perder el juicio hace bastante tiempo, o su proximidad a Brian Jones, el cual dejó un legado, para que, en la posterioridad se convirtiera en un símbolo de masas. Por eso aquí quiero decir que han sido pocas, muy pocas cosas me han podido llegar a sorprender en esta vida, y el nuevo trabajo de Keith Richards no va a ser una de ellas. Un músico de oficio, que ha creado su propia escuela del Rock en todos sus sentidos, con 55 años de profesión a sus costados, 22 discos en estudio junto a sus inseparables y tormentosos amigos de los Rolling Stones, y un resumen donde solo llego a concentrar en tres discos su carrera paralela, la cual, ya le pudo dar de sobra para poder haber grabado algo más. Pero como un buen conocedor de su oficio, él ha sabido entrar en los estudios de grabación cuando tenía algo nuevo que contar. Si lo llegase a comparar con un jugador, diría que Keith Richards es sin duda en este terreno un buen jugador, de esos que aunque no tengan una buena baza entre sus manos, él ya ha hecho magia para que salga ganando. Aunque parezca que "Crosseyed Heart" sea una baza con las cartas marcadas, el propio Richards apuesta fuerte en una época donde el poder llegar hacerlo, te pueden llegar a acusar de ser un gran temerario, pero sino lo fuera así ¿para qué sacar otro álbum?


No me ha sorprendido al encontrarme su tercer álbum como un símbolo de nostalgia hacia su larga trayectoria musical, no me ha sorprendido de que haya utilizado los estilos musicales que le hicieron ser el músico que es hoy en día y que al mismo tiempo no haya renunciado para nada a ningún momento de su época. Cuando dejo de hacer Rock N' Roll puro y duro para meterse en los años ochenta, una época donde el plástico derritió a muchos músicos sucumbidos en las grandes masas y en las listas de superventas. Eso sí, ahora, en una época donde el Rock es un estilo que ya dejo de estar en boga para las grandes masas a las que siempre se dirigió, hacer este disco de esta envergadura es un gran ejercicio de soberbia, que solo un gran funambulista como la ha llegado a ser Keith Richards a lo largo de su trayectoria. Un acróbata de alturas, que podría decir hasta sin red, pero no ese término ya no le sirve, él ya pinta canas y ha hecho que el mundo se satanice con su música. La cual no parara de sonar en tu mp3, discman, o tocadiscos, haciendo que en un periodo de casi una hora, regreses al Blues, al Rock N' Roll 1960,a su época más esplendorosa como fue los setenta, a los años ochenta hasta este momento, un momento que te dejara grandes aromas a los Rolling Stones, él es su sello en las composiciones. Y su nuevo álbum solo una excusa más para demostrar que él tiene todavía mucho que decir, lo demás... no importa nada.



Comentarios

  1. El disco es mucho mejor de lo que pensaba a priori. Y tu artículo es bárbaro. Grande kamarada. Abrazo.

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