Tras muchos problemas de salud por parte del líder indiscutible de Motörhead, Lemmy, este mismo decide volver a la carga, sin apenas recuperarse del todo, con un nuevo álbum en estudio. Un disco que suena a Motörhead y que a estas horas su música nunca será algo que se tenga que discutir o cuestionar, sobre todo de alguien que viene peinando canas y que ya ha visto como muchos de sus amigos se perdieron en el camino, dejando atrás muchas historias incompletas de contar. Con muchas historias que tendrá que empezar a partir de una nueva oportunidad que le ha brindado la vida. Aquí es donde se suele decir los tópicos de más sabe el diablo por viejo que por diablo, o a buen sabedor... Pero como ya se ha ido viendo desde los últimos 20 años, siempre habido alguien que ya lapido a Motörhead, mucho antes de que pudieran poner su última palabra sobre un escenario. Palabra que hoy en día suena a continuidad sin remilgos, ni piedad encima de un escenario, el cual ya forma el paisaje de la vida del incombustible Lemmy Kilmister. Bad Magic es la prueba de que la fe en la mala hostia a la hora de tocar, de su sonido más sucio no lo ha dejado en ningún momento de lado, ni tan siquiera es una posibilidad de que uno pueda comprobar como deja de patear culos con la ferocidad de su bajo, el cual siempre fue, siempre será su mejor arma para poder asentar su mejor ataque. Su lado más macarra con la visión que el supo dar al Rock N' Roll fue sin duda otra de las maracas incuestionables que Lemmy llevo a los escenarios, y por la cual mucha gente se hizo eco de ellas. Aquí todos los ingredientes se juntan para dar lo que su público quiere escuchar, o al menos lo que Lemmy sabe mejor hacer, por eso Bad magic es otro gran disco facturado por una de las leyendas vivientes que hoy en día da a demostrar que él sigue en pie para pisar todos los escenarios que haga falta. The Rock N' Roll never dies... Lemmy never dies!
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